Rafael Nadal demostró que sigue siendo un hombre del pueblo tras acoger plenamente la vida en la Villa Olímpica.
Las estrellas del bádminton, los jugadores de tenis de mesa y otros competidores de tenis se acercaron a Nadal para tomarse selfies, y el inquebrantable ganador de 22 Grand Slams estuvo más que feliz de complacerlo.
‘Aunque físicamente no tengo daños, eso es importante, pero mental y físicamente no estoy acostumbrado a jugar cuatro días seguidos y a disputar partidos tan largos.
“Tengo que analizar bien y encontrar el motivo por el que jugué así, aunque la energía no fuera la adecuada… Pueden pasar cosas así, así es la situación. No tengo por qué mentir ni ocultar nada”.